Siento que estoy
en un mundo paralelo,
rodeada de fantasias
y deseos,
intentando ser
del otro: el que aprueban.
Resuenan mis
tripas y solo quedan huesos en mi nevera.
Hay facturas
acumuladas en la mesa pero yo bailo.
Soy la verdad que
nunca quise ser.
Siento rosas en
mi pecho,
Inspiro el aire
de la calle,
un punto de
inflexión:
mi pecho, una
autopista.
Coches que marcan
con sus ruedas mi carretera.
Mi alma turbada
grita:
¡Besa tu
almohada!
Cuando la belleza
es en un agujero
y la única
respuesta son sus labios,
me encuentro en un
incendio imposible de apagar.
Puedo escuchar su
voz ronca y húmeda
y ruedo por el
suelo:
me ahogo en
prejuicios sobre mi misma.
Equivócame,
el amor es libre
hecho para
dejarlo ser, sin más
¡HAZME EL AMOR!
El éxito de existir
no es ser aceptado,
es caminar sobre
desaprobaciones sin quemarte.
Cada crítica, un
cigarro que se apaga sobre mi piel.
Cuando la belleza
es en un agujero,
me escondo.
Pero lo poco que
queda de mi resiste
y sale al
exterior:
La belleza de ser
uno mismo consiste en no temer perderse
El amor,
el amor es libre
y no se empaña.
Sal a la calle y
baila;
acaríciate el
alma,
sumérgete,
el mundo está
hecho para gente que no teme perderse.
Estoy viviendo,
no podría dejar
de respirar
La verdad es que no
supimos querernos porque
el mundo está
hecho para gente que no teme perderse.
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