EL ALMA DE PAPEL


Sobre la tristeza que estoy viviendo…. Infinita. Es la auténtica verdad, la muerte.
La vida y la muerte. El yin y el yang. El amor y el odio. Polos opuestos que se atraen. Y tú, te has visto irremediablemente atraído por esa manzana que te quita… te quita hasta el alma. Que hiela el corazón. Que hiela la voz. Que quita el sentido.
Te has ido y te has llevado las pocas palabras que me quedaban. Porque no puedo ni hablar ni respirar cuando pienso en lo que ha sucedido. En tus últimos respiros. En tus últimos latidos. Y no pude mirarte a los ojos, porque tus ojos ya llevaban tanto tiempo cerrados…
El tiempo, el gran culpable que ahora me falta, que ha ido apagándote. Y a mí también. Me ha ido apagando. Quitándome la vida. Y ahora estoy viva, pero como muerta. Viva sin sentido. Como cuando sonríes y no sabes por qué. Y no le encuentras ni el sentido mismo a despertarte por la mañana. Porque no hay nada más triste, que haber tenido que despedirme tan pronto de ti. Y yo pienso… que podría seguir jugueteando con tus manos. Acariciándote el pelo. Acariciándote el alma… el mismo alma que se me rompe. Mi alma hecha escombros vuelve a derribarse una y otra vez. Y cuando no tengo nada en lo que pensar irremediablemente mi mente se fija en los trozos que quedan por el suelo sin barrer.
Sin llorar, sin hacer nada. Porque no hay nada que hacer cuando una tristeza tan profunda invade el cuerpo. Porque se congela y se queda como paralizado. Como si un reloj pudiera parar el tiempo y nada marchara desde que te fuiste. Y lo intento, intento andar. Pero no disfruto, no lloro. Todo está parado. Y la peor sensación que uno puede sentir es esa falta de sentimiento… la falta de sentido... la falta de movimiento. Todo está paralizado. Es inevitable, imparable. El alma, encogida… y no hay verdad que consiga reemplazar el frío. Un frío que no se quita ni con abrigo, ni con abrazos. Que paraliza mi cara y mi cerebro.. y hace que tiemblen mis manos y me den calambres por todo el cuerpo. 
Estoy sola aunque esté acompañada. Todo sobra. Sobran los demás, sobra el tráfico, sobra el gentío… porque faltas tú. Y es lo mismo soltar una lágrima que una sonrisa. Porque nada vale nada. Solo permanecen las dos manos que fuertemente agarran mi esófago y mi tráquea. Que de vez en cuando me asfixian y me va corroyendo. Siento un dolor visceral. Que entumece mi cuerpo y mi ser… y no me deja ser. Que vuelve una y otra vez.
Quisiera… pero no quiero. Tendría que.. pero no tengo.. No hay donde antes había. Solo vacío. Solo desarreglo. Solo apatía por el ser en si mismo… y me duele hasta el roce de las sábanas. Porque no tenerte es como no tenerme. Irremediablemente, una parte de mi ha muerto contigo y ningún día… joder… ningún día volverá.
Dicen que toca acostumbrarse a esto. A ser sin ti. Pero ¿Cómo es esa forma de ser?. Si no es un brazo lo que he perdido, no es una pierna. Sino el aliento de ser contigo, que me daba verte… Verte feliz, cantar a toda pastilla en el baño. Verte despertarte sin miedo… con el miedo que todos teníamos. Como si fueras más fuerte que ella.. que la dichosa muerte. Porque le has vencido… yéndote con ella…
Tengo el corazón arrugado como si llevara horas en el mar, tumbado sobre el agua… el corazón flota por su propia naturaleza física… como si la sal le impidiera hundirse, pero a la vez que flota le quita todo el agua que le hidrata…
Me duele… Me hiere… Me quema.. Me hiela.. y me mata. Me deja sin mi misma además de sin ti… Todas estas sensaciones que no acaban de salir… que están atrapadas y que mueren conmigo mientras me matan. Me tropiezo. Muero una y otra y otra vez… como si me tropezara sin querer, en un tonto desvaído.
Se me apaga la vida y se me escapa… Como si alguien se quedase enganchado de un hilo y acabara por destejer mi alma que con tanto cariño hemos tejido… y me quedara en pelota… en invierno… sin contenido, ni continente.
Como si me hincharan a hostias, y ya no sintiera el dolor de los golpes. Uno y otro, y otro… Y otra vez… más golpes.. en las rodillas… y caigo al suelo… y me sigue golpeando.. esta sensación de mierda… que a la vez abrazo porque es lo que me queda de ti ahora mismo: el dolor.
No puedo decir que sea difícil… porque lo realmente difícil lo has vivido tú. Que te has llevado la peor parte. Que has visto pasar tu vida por delante mil y una veces. Que te han encarcerado en una cama otras tantas… de pensarlo se me sale el alma por la boca... Siento náuseas, desarreglo, el ser desajustado, el alma descolocada, el corazón en las manos y los pulmones en el suelo. Mis huesos… son de papel… y ahora… mi cuerpo… un barco de papel mojado… que no viaja.

Comentarios

  1. Sin palabras.Animo.El vive en ti y en tus recuerdos.VIVEEEE Y SE FELIZ para que el tambien lo sea.Besos primor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias! Acepto la tristeza que siento por su pérdida y acepto seguir viviendo con él en mi siempre feliz de poder hacer mis sueños realidad ❤️ muchos besos y mucho amor

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares