Con las manos vacías

Observo tu camino,
tu voz retumba en mi cabeza.
No tienes rumbo y te llamo
pero no das la vuelta.

Corres libre,
te derrumbas,
sigues,
te alejas.

Me miras,
te acercas,
me aparto,
pierdo el camino de vuelta.

Con movimientos intencionados,
cambias de sentido;
intentando seguirte
me pierdo.

Humedeces tus labios,
me encojo en un suspiro.
Cada vez estoy más cerca del cielo
o de salir corriendo.

Cae la venda
y me encuentro con tu espalda:
recuerdo las veces
que he luchado esta misma guerra.

No necesitas tiempo
no importa el tumulto,
tu casa se mueve de sitio
cada vez que decides irte.

Libre por el mundo
con equipaje ligero,
Sabes que lo que de verdad importa,
lo tienes ya dentro.

Te giras y me derribas,
acaban los problemas.

Tirada en el suelo,
tus ojos son balas
y toda esta historia

un sueño.