Querido Allah,
he abierto los ojos y sigue lloviendo.
Cada vez hay más agua fuera de casa,
los escombros que arrastra el torrencial
agitan las paredes.
¿Dónde estás?
Escucho a gente gritar en la calle,
mis padres lo llaman “diluvio”,
hablan de que no podremos ir al colegio,
esta noche no cenaremos
y quizás, mañana tampoco.
Querido Allah,
Nunca había visto llover así,
mi madre llora sentada en una piedra,
hemos estado toda la noche achicando agua
a nuestra jaima no le queda mucho tiempo,
¿Cuándo llegarán las ayudas humanitarias?
El cielo sigue siendo gris y ruge enfadado,
estamos huyendo lo más rápido que podemos,
he perdido todas las cartas de Patri y Ana,
las chicas que me acogen todos los veranos,
ahora dormiremos en casa de nuestra tía Ashra.
Querido Allah,
gracias por todo el agua,
he salido a jugar a la calle con todos mis amigos
no te imaginas lo bien que me lo he pasado,
había gente haciendo fotos con cámaras,
¿En su país tampoco llueve?
A pesar de los destrozos,
la calma sigue a la tormenta,
todos compartimos nuestras alfombras,
mi madre sonríe,
ya nos traen comida y ropa.

"Recital de poesía por el Sahara,
destinado a recaudar fondos por las lluvias torrenciales que han acontecido durante el mes de Octubre"
destinado a recaudar fondos por las lluvias torrenciales que han acontecido durante el mes de Octubre"
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