Me da miedo,
la inmensidad del horizonte
el vasto cielo
las llanas palabras.
Lo que quita el sentío
y hace la guerra al instinto primordial
el de supervivencia;
un quejío.
El sabor metalizado de la sangre
y los pasos abiertos
hacia ninguna parte.
El olor a rosas secas
el paso del tiempo
que pasó por quien dice adiós
sin quererlo.
Me da miedo
no poder quererte,
no poder sentirte,
no poder escucharte
dejar de poder olerte.
Pues aun con los ojos cerrados
te tengo en mis manos
y ya vengan tiempos peores
puedo sentirte en mi presente.
Me da miedo la oscuridad del futuro,
el incierto que apodera mi mente
cuando miro a tus ojos cerrados
mi alma seca ya de tanto dolor
se resiente.
Secas las rosas,
seca mi alma,
seca la sed,
secas las lágrimas
seco el poder…
Seca yo
por la proximidad de la muerte.
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