Invierno
Aquél hombre con arrugas en el rostro tenía razón, todo esto no es más que dolor evitable. Esta pena inhumana acabaría consumiendo a cualquiera. Veo mi orgullo consumido por la lluvia, ahumado por la bruma de las chimeneas, por la niebla mañanera.
Me veo y no sé donde estoy. Ni siquiera me muestran los espejos. Se me cierran las puertas automáticas. Se me abren las ventanas de los quintos.
Ahora comprendo por qué fumas, te ayuda a saber que hay algo más en el mundo que se consume, que arde cual viva llama a pesar del frío.
Me veo y no sé donde estoy. Ni siquiera me muestran los espejos. Se me cierran las puertas automáticas. Se me abren las ventanas de los quintos.
Ahora comprendo por qué fumas, te ayuda a saber que hay algo más en el mundo que se consume, que arde cual viva llama a pesar del frío.
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